Dalí en una entrevista, refería una anécdota que vivió con el poeta galo Cocteau al salir de visitar con éste el Museo del Prado. Unos periodistas le preguntaron:
qué salvaría del museo si hubiera un incendio,
a lo que el francés contestó:
-"las llamas".
Dalí, sabiendo que le iban a hacer la misma cuestión, respondió:
-"el aire..., el aire contenido en Las Meninas".
-"las llamas".
Dalí, sabiendo que le iban a hacer la misma cuestión, respondió:
-"el aire..., el aire contenido en Las Meninas".
Este dibujo de Jose María Subirachs, en el que aparece el espacio vacío de ocupantes del cuadro de Velazquez, fue encontrado por casualidad en el apartamento de un conocido diseñador, situado en la madrileña Plaza España.
Fijaos bien en el cuadro de la foto, dedicadle 10 segundos. A nosotros, como arquitectos, esta obra nos deja sin respiración, nos falta el aire...
Es una representación artistica del espacio en un estado de depuración máximo. El "aire velazqueño" del que habla Dalí sin los ocupantes habituales.
El vacío aparece aquí no como "la nada", la negación de la materia, sino como algo con una entidad misteriosa, el complemento necesario que se ocupa con objetos físicos y en el que desplegamos nuestra actividad vital.
Nos gusta cuando un artista consigue mostrar o representar poéticamente el espacio. Cuando por medio de la pintura, la arquitectura, la escultura, la música o cualquiera de las artes u oficios se abre un lugar donde ser y estar, aunque sea de forma virtual.
